sábado, 3 de mayo de 2014

CAPITULO. El Futuro



A.   Introducción

Hemos afirmado que con el crecimiento exponencial de la población de planeta, deviene el agotamiento de los recursos naturales en tierra firme. De estos, los metales y la energía son los más preciados, pues se utilizan para fundamentar el desarrollo industrial y con ello la riqueza de las naciones. Por ello en el siglo XXI el hombre se adentrará en el océano, con el propósito de que sus vastos recursos naturales satisfagan sus necesidades de crecimiento.
Presento a continuación una serie de actividades de extracción de aquellos en los cuales Costa Rica tiene reservas de gran envergadura, como se ha comentado.

B.   El mar como hábitat humano

El premio internacional para el arquitecto belga Vincent Callebaut, marca pauta política internacional  sobre el importante papel de los océanos para el desarrollo de la humanidad. Ciudades ecológicas diseñadas para miles de habitantes,  viviendo bajo nuevos paradigmas en núcleos autosuficientes en comunión con el océano, son un sueño que pronto se hará realidad.










Ilustración 11. Ciudad flotante del futuro, asentada sobre la plataforma continental Diseño del arquitecto Vincent Callebaut, el cual afrontó un desafió triple: que la ciudad nenúfar (Lilypad) fuera funcional, estética y sostenible energéticamente. No puede desecharse nada ni fabricarse basura. Todo se recicla. Diseño circular, con tres montículos y con mucho sitio para la vida en común. Esta ecópolis tiene una laguna central que puede generar cierta flora y fauna y sólo usará biocombustible. La fecha prevista es el 2100, aunque Callebaut la concibió en 1977, para damnificados del cambio climático.

Estas ciudades tendrán más éxito en lugares donde se den una serie de condiciones apropiadas como sucede en los océanos de nuestro país.  Entre ellos:
§  Agua oceánica limpia para extraer sales alimenticias y agua pura.
§  Aguas azules donde se puedan crear peces y moluscos en granjas sin problemas de contaminación.
§  Un sustrato rocoso a no más de mil metros de profundidad, que facilite el anclaje seguro bajo condiciones de tormenta.
§  Altos niveles de radiación solar para mover motores solares, alimentar los cultivos hidropónicos incluyendo frutos y hortalizas.
§  Diferenciales térmicos elevados en la columna de agua, que permitan la generación eléctrica por efecto termoeléctrico, como se explicará ut infra.
§  Campo de viento regular que permita la generación eólica, bajo condiciones regulables.

A.   El mar como fuente de metales

La carestía del mercado de metales como el cobre o el oro está volviendo cada vez más interesantes los recursos mineros de las profundidades marinas. Sin embargo, hay que tener presente las dificultades técnicas y sobre todo, el impacto ambiental que podría ocasionar el desarrollo de la minería marina a gran escala.



Ilustración 12. Visión del proceso de extracción de metales del subsuelo marino   Fuente: http://www.vistaalmar.es/medio-ambiente/contaminacion/820-mineria-en-el-fondo-marino-del-artico.html



La extracción minera del fondo oceánico comprende las perforaciones en busca de petróleo y gas, la demolición de los arrecifes coralinos y el dragado del lecho del mar para obtener diversos minerales.
Mientras que la industria del petróleo y gas lleva más de 60 años firmemente instalada en mar abierto (en la actualidad, casi un tercio del petróleo mundial tiene este origen), la mayoría de las extracciones en el lecho marino todavía no han dado sus primeros pasos, al resultar más caras que las ubicadas en tierra.
No obstante, esta situación podría cambiar en los próximos años. El ritmo de producción de los yacimientos terrestres ha decrecido en algunos casos de manera significativa. Por ejemplo, la producción mundial de oro se ha ido reduciendo en los últimos años debido al agotamiento de las principales minas mundiales, siendo las caídas más fuertes en Canadá, Sudáfrica y Australia. Por el contrario, la demanda de este preciado metal no deja de crecer; y los expertos consideran que el desarrollo económico de Asia y China incrementará aún más dicha demanda, y con ello, los precios.
Por ello, empiezan a surgir buscadores de fortuna convencidos de que en el fondo marino yace el “nuevo Dorado”. En este sentido, puedo citar a empresas como la australiana Nautilus Minerals o la británica Neptune Minerals quienes empiezan a abrir brecha. Su objetivo principal se encuentra en las fumarolas marinas, fisuras entre la unión de placas tectónicas por las que fluye agua caliente y en donde se conoce que hay gran cantidad de minerales y metales como oro, titanio, plata, cobre o zinc.
Para ello, se han desarrollado sistemas de extracción basados en un robot subacuático taladrador que tritura el fondo marino. El material es extraído a la superficie a través de una enorme tubería, succionado por potentes bombas. Posteriormente, es depositado en un barco especial, construido por una compañía dragadora belga, Jan de Nul, capaz de almacenar hasta 24.000 toneladas de roca molida.













Ilustración 13. Fotografía de fumarolas marinas sobre la Cordillera Cocos Costa Rica con varios robots submarinos japoneses. En el sitio web se afirma: “(…) Hydrothermal vents on the seafloor constitute metallic ore deposits containing a large amount of useful metals.  They are actually deposits of sulfides of copper, zinc, lead, gold, silver, and other metals…”(Japan). Fuente: http://www.jamstec.go.jp/jamstec-e/30th/part6






















Ilustración 14. Fotografía de nódulos de manganeso abundantes en la plataforma continental frente a península de Nicoya. Los japoneses afirman:
“Manganese nodules have long been anticipated to be potential seabed mineral resources. The main components of manganese nodules are manganese and iron, but these are associated with such rare metals as nickel and cobalt. Manganese nodules are found in a belt from the equator to 20 degrees north of the eastern part of the Pacific Ocean”. Fuente: http://www.jamstec.go.jp/jamstec-e/30th/part6/page3.html.

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